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Mostrando entradas de octubre, 2017

LAS HIJAS DE ABRIL: La madre villana

Siempre me temo lo peor cuando un cineasta masculino se adentra en los territorios de la maternidad y construye un relato, lógicamente desde su mirada, sobre las complejidades de la subjetividad femenina. En pocas ocasiones, que yo recuerde, el resultado ha sido sugerente. Al contrario, abundan los tópicos y los estereotipos, el imaginario consolidado durante siglos por el patriarcado e incluso cuando se pretende ser subversivo – ahí está por ejemplo el caso de Xavier Dolan – se acaba reiterando aquello que parecía rechazarse. Yo, como hombre, me declaro incapaz de captar todos los laberintos que implica personal y socialmente la maternidad. Siento que mi mirada siempre va a estar mal enfocada y va a estar condicionada por mi posición de privilegio. Algo que tuve claro desde que leí el indispensable Nacemos de mujer de Adrienne Rich. Justamente esa torpeza es la que vuelve a demostrar Michel Franco en su última película, Las hijas de Abril, en la que nos cuenta la historia de una

AMELIA SANCHÍS, ESA POLILLA

Cuando el avance de la vida te permite liberarte de muchos lastres e ir quedándote con lo esencial, vas descubriendo que las personas más valiosas son aquellas que te muestran que el paraíso verdadero reside en las fronteras y que nuestra vulnerabilidad es el pasaporte que nos hace gozosamente interdependientes. Cuando los días hacen posible que te reconozcas en el espejo, comienzas a valorar mucho más a quienes te enseñan que la autoridad se gana en las prácticas compartidas y no en los púlpitos. Cuando los años se convierten en pradera a la que llegas después de un empinado trecho, basta un libro de poemas, o una cena en la terraza, o un café sin azúcar que sabe a dulce, para entender por qué amamos tanto las horas. En mi caso, esas conquistas pacíficas, sin banderas ni sin dioses que las justifiquen, han venido de la mano de mujeres que, con su poderío, me han enseñado y me enseñan cuán necesario y urgente es que me rebele contra el machito que llevo dentro. Una de esas mujeres

EL AMANTE DOBLE Y LA MUJER HETERODESIGNADA

Tras el hermoso y clasicista intervalo que supuso Frantz , la última película de F. Ozon tiene un evidente hilo de continuidad con su lamentable Joven y bonita.   Y no solo porque la bellísima e inquietante Marine Vatch (ahora ya convertida en una mujer adulta) sea también la protagonista, sino porque vuelve a mostrarnos qué mirada tiene el director francés sobre las mujeres. Una mirada que, por cierto, tiene mucho que ver con la de Pedro Almodó var, con el que frecuentemente se le ha comparado. Si en Joven y bonita  nos planteaba una esteticista y controvertida historia sobre la prostitución entendida como ejercicio de la "libre elección" de una jovencita menor de edad, burguesa y aburrida, a la que no parecía importarle mucho venderle su cuerpo a señores ricos y mayores, en El amante doble  Ozon nos plantea una imposible historia sobre las identidades a partir de un personaje femenino en el que proyecta todos los tópicos y estereotipos que al patriarcado le interesa repr

BELÉN GOPEGUI Y EL ORIGEN DE TODOS LOS POEMAS

“Quédate este día y esta noche conmigo Y conocerás el origen de todos los poemas” Walt Whitman A diferencia de lo que le sucede a escritores como Pérez Reverte, que hace unos días declaraba que huye del presente porque le parece vulgar, Belén Gopegui insiste en hablarnos siempre del aquí y del ahora, de un tiempo reconocible en el que ubica a sus personajes y desde el que nos suele interpelar a los lectores a los que, y es muy de agradecer, nos trata como seres maduros y pensantes. Desde esa posición de resistencia, Gopegui vuelve a inquietarnos con su última novela. Quédate este día y esta noche conmigo es una conversación moral entre  dos personas de generaciones distintas: Olga, matemática y empresaria retirada, y el joven Mateo,  40 años más joven. Ambos, de distinta manera, viven en una situación de precariedad y, por tanto, de extrema vulnerabilidad. Esa conversación va a llenar de contenido una atípica solicitud de trabajo que tiene a Google por destinatario y con la cua

LOS HOMBRES QUE NO LEEN A MUJERES SON PELIGROSOS

Quienes a estas alturas continúan dudando de la pervivencia del patriarcado, entendido no solo como una estructura política sino como un perverso orden cultural que continúa condicionando las subjetividades masculina y femenina, deberían fijarse, de entrada, en las personas que continúan dominando no solo los espacios públicos sino también y muy especialmente los que implican reconocimiento y ejercicio de la autoridad. Es decir, deberían analizar quiénes continúan siendo mayoritariamente los referentes, los que acaparan premios, los que simbolizan la excelencia o los que ocupan, a veces casi en régimen de monopolio, los relatos colectivos. Las imágenes que cada día nos ofrecen los medios de comunicación son la prueba más evidente de cómo nosotros seguimos ocupando los púlpitos y cómo ellas, la otra mitad, continúan siendo en gran medida invisibles. Ahí están el elenco de los premiados en los Premios Nobel, la composición de las tertulias televisivas o el listado de ponentes en cualq

DUDO, LUEGO EXISTO

En las últimas semanas, en las que todas hemos asistido indignadas al sainete en que se ha convertido la política de nuestro país, han sido muchas las actitudes que me han preocupado sobremanera. Además de la incapacidad manifiesta de nuestros representantes para hacer justamente aquello para lo que les pagamos, y del miedo que me ha provocado ver de nuevo cómo las banderas se convertían en trincheras, he comprobado, horrorizado, cómo en el debate público, e incluso en el supuestamente intelectual, abundaban las posiciones extremas, las murallas de verticalidad inexpugnable, los argumentos que sin dejar resquicio a la duda han terminado convertidos en dogmas. Incluso se ha llegado al extremo de abrazarse a la Constitución y al Estado de derecho no tanto como cauce para la canalización de la plural democracia sino como una especie de arma arrojadiza mediante la cual callar la boca al contrario. Y me ha sorprendido singularmente que esas actitudes hayan estado muy presentes en persona

BRAVA: Las hondas heridas de una mujer violada.

Cineastas varones como Pedro Almodóvar, o el director de ese "engendro" machista llamado Elle, deberían ver esta película de Roser Aguilar para entender algo que parecen no haber entendido: la brutal humillación y lesión de la dignidad de una mujer que supone una agresión sexual.   Una lección que, como bien nos demuestra Brava, necesita de miradas femeninas, y feministas , que alumbren la realidad con los ojos de quien forma parte de la mitad subordinada. De ahí la necesidad, la urgencia diría yo, de que en la pantalla veamos más historias contadas por mujeres, de manera que ampliemos nuestro imaginario y que, en consecuencia, podamos superar la supremacía del patriarcado también en la cultura. Con la ayuda de la interpretación honda y desgarradora de una inmensa Laia Marull, Aguilar nos muestra los efectos devastadores que una agresión sexual provoca en Janine. Cómo, a partir de la noche en que sucede, los cimientos tan firmes de la que parecía tener una vida complet

LA CORDILLERA: El poder es cosa de ellos

Hay que reconocer que Ricardo Darín es uno de esos pocos actores que da credibilidad a cualquier personaje que le pongan por delante. Su rostro poderoso, su mirada expresiva y su dominio de todos los registros hacen que cualquier película en la que él esté, por mediocre que sea, merezca la pena verla.  Es de esas estrellas, aunque no sé si este calificativo le viene bien a un hombre que parece tener los pies bien en la tierra,  que sin parecernos inalcanzables hacen posible que sigamos creyendo en el milagro del cine.  En su última película estrenada, dirigida por Santiago Mitre, que hace unos años nos provocó un intenso debate  con su tramposa Paulina, vuelve a demostrarnos que solo él es capaz de salvar una película del naufragio. La cordillera es una película que tiene muchas cosas de interés pero, en general, me parece una producción fallida, que tiene un punto de partida magistral, que está bien rodada e interpretada, pero que acaba navegando en tierra de nadie por culpa d

ANA, MON AMOUR: El amor como destrucción

La historia de amor que nos cuenta esta película del rumano Calin Peter Netzer es la prueba evidente, una más, de que el amor puede ser tóxico y que, sobre todo, genera unas dependencias y vínculos que con demasiada frecuencia destruyen a las personas que se ven envueltas por sus hilos. Es evidente que en el amor siempre hay algo de locura, tal y como sentenció Nietzsche, con el que precisamente empieza esta película en un diálogo entre los dos protagonistas que nos dice ya mucho de ambos, pero no es menos cierto que el halo romántico que se le ha querido dar siempre ha ocultado, o al menos lo ha intentado, la negación de la individualidad que supone. Esta película, en la que acompañamos a Toma y Ana desde que se conocen en la Facultad de Letras, nos coloca ante dramas, unos perceptibles, otros intuidos, algunos evidentes, otros callados, que nos demuestran cuán hermoso pero también cuán doloroso puede ser amar. El personaje de Ana, que arrastra una terrible historia que solo ent

YO NO TENGO PATRIA

Escribo estas líneas antes del domingo, por lo que cuando se publiquen habremos pasado ya la línea, simbólica al menos, que debería marcarnos el punto de partida de un proceso en el que podamos redefinir un sistema constitucional en el que todas y todos nos sintamos a gusto. Un «hogar de la ciudadanía» en el que cada cual pueda tener su habitación propia y en el que no falten esos espacios comunes donde gestionar lo común. Asumiendo que esos terrenos, como pasa en las mejores familias, siempre serán tensos y en ocasiones agridulces. Mi optimismo es en todo caso limitado, después de lo vivido en las últimas semanas, en los últimos meses, incluso en los últimos años. No sé si tenemos actores políticos a la altura del reto que tenemos planteado. Mucho me temo que sin un cambio de protagonistas será imposible rodar un guion distinto que nos muestre en la pantalla cómo todas y todos somos seres mestizos y viajeros, migrantes y buscadores, sujetas y sujetos que nos deberíamos definir más

LA REINA JUANA: De mujeres "locas" y pactos entre varones

En el debate de las Cortes constituyentes de 1931 se alegó que las mujeres no deberían tener derecho al voto porque eran puro histerismo. De esta manera, apenas hace un siglo, se reiteraba lo que ha sido una constante en buena parte de la historia de la Humanidad: sesudos científicos, políticos y filósofos (todos varones, por supuesto) insistieron en que ellas eran pura Naturaleza, emocionalidad desbordada, vasijas para la reproducción. Es decir, carecían del raciocinio necesario para el gobierno, para la cosa pública, para la ciudadanía. A lo sumo, podrían ser, como apuntó Kant, “ciudadanas pasivas”, lo cual no era sino una contradicción en sí misma con la que no se ocultaba la misoginia de este pensamiento. La locura, por tanto, ha sido una constante en la definición del estatuto incluso jurídico de las mujeres. Un pretexto para su incapacitación, un arma en los juegos masculinos de poder, una herramienta más para mantenerlas en sus cautiverios.  La Historia está llena de muj