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Mostrando entradas de septiembre, 2017

RECORDANDO A EVA

Palabras en recuerdo y homenaje a mi colega, la constitucionalista EVA MARTÍNEZ SEMPERE. En estas primeras semanas del curso he vuelto a ser insistente, como cada año, en mi crítica a la mirada androcéntrica y patriarcal que ha dominado la construcción del Estado moderno, la lógica jurídica, el sistema de los derechos humanos y, en definitiva, un modelo de subjetividades que todavía hoy arrastra el poderío masculino y la subordiscriminación femenina. Como cada septiembre vuelvo a explicarles a mi alumnado que en 1791 Olimpia de Gouges alzó su voz reclamando equivalentes derechos y libertades y apenas dos años después le cortaban la cabeza. Sin duda, la metáfora más cruel y sangrienta de lo que las revoluciones liberales, como todas las revoluciones que en la historia han sido, han hecho con las mujeres. Cuando recuerdo la voz de Olimpia, o la de Mary Wollstonecraft, o la de las sufragistas, o la de Clara Campoamor contestándole a diputados que como Novoa Santos argumenta

CHARAMSA CONTRA LAS MASCULINIDADES SAGRADAS

El patriarcado no es solo una estructura de poder o un sistema que reparte de manera asimétrica derechos y  oportunidades en función del sexo, sino que es también, y ante todo, un orden cultural. Es decir, el patriarcado ha necesitado siempre y continúa necesitando hoy un andamiaje construido sobre discursos, imaginarios y relatos colectivos en los que sostener el binomio supremacía masculina/subordinación femenina. A lo largo de la historia los hombres han ido construyendo narraciones que han sido determinantes en la configuración de las subjetividades de unos y de otras. Ahí está la mitología clásica como buena muestra de cómo entender por ejemplo la masculinidad heroica y violenta. Estos relatos fueron posteriormente asumidos y multiplicados por las religiones, muy especialmente por las monoteístas, que han sido las que no han duda en santificar los “pactos juramentados” entre varones. El Dios hombre ha servido para avalar la absoluta monarquía masculina y ha justificado la expul

MARIE CURIE: Las más inteligente entre los hombres

Siempre que hago la pregunta entre mi alumnado de cuántas mujeres científicas conocen, como mucho me responden que a Marie Curie. Sucede igual cuando les pregunto por filósofas, ensayistas o incluso escritoras: es milagroso que conozcan más de una.  Esta simple prueba nos demuestra cómo ellas continúan siendo invisibles en una historia escrita por los hombres y en una educación que sigue teniendo, me temo, una mirada radicalmente androcéntrica. Las mujeres siguen sin "estar", lo cual tiene, entre otras terribles consecuencias, que las más jóvenes carecen de referentes. Es decir, para que ellas sepan en lo que pueden convertirse necesitan también ejemplos que les marquen el camino. Algo que a nosotros, los chicos, no nos pasa, ya que de entrada tenemos referentes a los que seguir en todos los campos y muy especialmente en aquellos que suponen ejercicio de poder y autoridad. Por todo ello tenía tantas ganas de ver la reciente película que una directora alemana Marie Noël

YO NO SOY UN PUTERO: CONTRA LA TRATA Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MUJERES

El patriarcado se ha sostenido a lo largo de los siglos a través de la conjunción perversa de dos silencios estructurales: el silencio de las mujeres en cuanto sujetos no políticos y el de los hombres sobre nuestros privilegios. Incluso cuando hemos ido avanzando hacia sociedades al menos formalmente igualitarias, muchos hombres han continuado manteniendo un silencio cómplice, por omisión, con el que están contribuyendo a mantener el estado de subordinación de la mitad femenina. Por eso es tan necesario y urgente que los hombres levantemos la voz pero no para ser los protagonistas, como lo hemos sido siempre, sino para dejar claro que no nos identificamos con una masculinidad hegemónica que produce víctimas y para señalar con el dedo a quienes siguen disfrutando impunemente de los dividendos que derivan de ella. Por eso en el día que internacionalmente se llama la atención sobre la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños, urge que todas y todos tengamos clara la

LA PUERTA VIOLETA DE ROZALÉN

En estos tiempos de Malumas y machotes que arrasan entre las adolescentes, de divas que en vez de cantar parecen gritar desesperadas al amor romántico, escuchar a Rozalén supone abrir una puerta a otra manera de mirar y entender el mundo. Estamos tan necesitados de voces femeninas que en cualquier ámbito de la cultura aporten su visión de la vida y sus compromisos que escuchar el último trabajo de esta hija de un "amor prohibido" es como si nos recargáramos con las vitaminas necesarias para afrontar un otoño en el que quien más y quien menos sueña con volver a los diecisiete. Rozalén es de esas artistas que piano piano se ha ido metiendo en las casas y en las vidas de muchas y de muchos que buscamos letras en las que reconocernos, músicas con las que sentir que pese a todo la vida es un milagro y presencias que nos recuerden la diferencia entre lo urgente y lo importante. Sin recurrir a ninguna estridencia y haciendo del trabajo honesto y la complicidad creativa sus m

LOS PANTALONES DE JUAN Y MEDIO

Siempre que se plantean dudas sobre si una determinada situación resulta denigrante o humillante para las mujeres, propongo que hagamos la prueba de situar en ese mismo contexto a un varón. Si en ese caso la situación nos resulta chocante, o ridícula, o incluso imposible en la práctica, será porque nos encontramos ante un evidente desequilibrio desde el punto de vista del género. Es la prueba que podríamos hacer con una gran mayoría de anuncios que vemos todos los días, o con las letras de las canciones que escuchan los y las adolescentes, o con buena parte de los comportamientos con los que muchos hombres tratan de demostrar que están por encima de las mujeres. Por lo tanto, si a ustedes les ha costado imaginar que en el programa de por las tardes de Canal Sur una presentadora cogiera unas tijeras y le cortara a Juan y Medio los pantalones hasta que le viéramos los calzoncillos, tenemos la prueba irrefutable de que lo que ocurrió hace unos días ante miles de espectadores fue un ver

VERANO 1993: LA MIRADA DE CARLA

Quienes llevamos mucho tiempo trabajando personal y profesionalmente sobre la igualdad de género, y por supuesto quienes estamos convencidos de que la revolución pendiente de esta sociedad será feminista o no será, hace tiempo que tuvimos claro que la cultura es uno de los pilares desde los que el patriarcado más se atrinchera en sus postulados. Y cuando hablo de cultura me refiero, en un sentido amplio, a todos los relatos y narraciones que desde la creatividad del o de la artista generan un imaginario colectivo, nos sirven para interpretar el mundo y a nosotros mismos, hacen que seamos conscientes de la realidad en la que vivimos. Unos relatos que todavía hoy siguen dominados mayoritariamente no solo por sujetos masculinos sino también por un lenguaje, unos códigos y unos esquemas interpretativos androcéntricos y ajustados a nuestra mirada privilegiada. Justamente por eso, si realmente queremos avanzar hacia sociedades más igualitarias, es tan necesario que haya más mujeres partic

EL NEOMACHISTA DISCURSO DE LA DISCRIMINACIÓN MASCULINA

Una de las consecuencias más terribles del caso de Juana Rivas – más allá de su drama personal, del laberinto procesal y de los muchos errores cometidos en su defensa y, por supuesto, de la constatación de las múltiples fallas de nuestro ordenamiento jurídico y de nuestro sistema judicial para proteger adecuadamente a las víctimas de la violencia de género – ha sido el rearme de los discursos machistas y neomachistas que en los últimos tiempos han encontrado en las redes sociales un espacio ideal de expansión. Y hablo de neomachismo para referirme a todas esas construcciones ideológicas que usan aparentemente nuevos conceptos y paradigmas para en el fondo seguir defendiendo a ultranza los dividendos patriarcales. Unas construcciones que han ido incluso creando sus propios mitos, como el de las  denuncias falsas,  con los que pretenden armarse de razones. La figura de Arcuri se ha convertido, sobre todo para muchos hombres que son prisioneros de la ira y el resentimiento frente a u

EL REY DE LAS FIESTAS

Cuando escribo estas líneas aún no se ha celebrado su proclamación, así que desconozco si el Rey de las Fiestas de Cabra entró en el acto del brazo del alcalde o de su compañera de trono. Tampoco sé si el pregonero exaltó su belleza como ha sido habitual cada 3 de septiembre en mi pueblo con respecto a las mujeres que hasta este año monopolizaban la corona. Yo mismo, hace 10 años, tuve el honor y la responsabilidad de subirme a ese escenario y me encontré en la encrucijada de ajustarme a la tradición o de jugar con ella, aún a riesgo de merecer las críticas de un vecindario tan conservador. Haciendo una pirueta aproveché para desearle a aquellas siete jovencitas que me escuchaban vestidas de princesas que hicieran en sus vidas justo lo contrario de lo que estaban haciendo aquella noche. Y permitiéndome un ejercicio de ironía pedí a las autoridades la elección de un rey y hasta de una drag queen para que así todas y todos nos pudiéramos sentir representados. Justo una década después,

50 PRIMAVERAS: CUANDO "YA NO ERES UNA MUJER".

Como  Aurore le comenta a su hija adolescente en una de las escenas de la película, cuando a una chica le llega la regla se le dice "ya eres una mujer". ¿Y qué ocurre cuándo la regla se va? En este diálogo se resume a la perfección lo que 50 primaveras  nos plantea con un tono de comedia simpática y desenfada: la invisibilidad de las mujeres cuando rebasan una cierta edad, las mayores dificultades que la sociedad les plantea para poder rehacer sus vidas o inventarse proyectos nuevos, la evidente discriminación que por razón de los años se suma a la de género y a la de otras muchas circunstancias que hacen que ellas lo sigan teniendo más complicado que nosotros  (en una escena incluso se explica de manera muy didáctica qué es eso de la discriminación interseccional ).  Entre otras cosas, porque para nosotros los años no acaban siendo un lastre similar sino que incluso se convierten en una garantía de prestigio, atractivo y poder. De ahí que, como también se pone en solfa en