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Mostrando entradas de febrero, 2016

ROOM: CONSTRUYENDO LA LIBERTAD

Room , así, sin artículo, es una película compleja, inquietante, desasosegante incluso. Son muchas las cuestiones que nos plantea esta historia de una mujer encerrada durante siete años en una habitación, y sobre todo cómo crece y se desarrolla como ser humano el hijo que nace y crece en ese cautiverio. Una especie de "buen salvaje" que, sin embargo, mira la televisión como realidad imaginada, lee "Alicia en el país de las maravillas" y aprende de su madre las tensiones que implica el mundo de los adultos. Además de una terrible metáfora de lo que desde el feminismo se ha denominado "contrato sexual", mediante el cual los hombres se apropian del amor y de los trabajos de reproducción y de cuidado de las mujeres, el cual ha servido durante siglos y sirve todavía hoy para expulsar a las mujeres del espacio público, la película de Lenny Abrahansom nos interroga sobre la lucha entre naturaleza y cultura, entre lo que tenemos como seres "naturales"

EL PERIÓDICO

Desde muy pequeño me recuerdo escribiendo. De hecho, en una de las fotografías más entrañables que conservo en mi casa, aparezco al lado de mi tía M Luz con un cuaderno y un lápiz. Ella a mi lado, más como testigo que como maestra. Yo mirando el objetivo como queriendo decirle al mundo que las palabras eran mi juego favorito. Al tiempo que fui haciendo más grande el planeta a través de los libros que devoraba, fui sintiendo cada vez más la necesidad de hacer míos los papeles en blanco. Todas ellas autobiografía. Una manera también de expresar lo que mi timidez o mi cobardía, o ambas cosas a la vez, me impedían compartir más directamente. Durante un tiempo soñé con estudiar periodismo, dudé qué camino seguir, aunque siempre tuve claro que nunca podría hacer nada que no tuviera que ver con el valor de la palabra escrita. Pasados los años descubriría que ese valor es también de la política, el del compromiso cívico, el de la empatía. Nunca tuve temor a enseñar lo que escribía, al con

CINE Y PATRIARCADO: NUEVAS MIRADAS

La igualdad en rodaje: Masculinidades, género y cine  es el título del espléndido libro que Octavio Salazar acaba de publicar en la prestigiosa editorial Tirant lo Blanch. Se trata de un extenso volumen que ofrece una mirada personalísima y muy lúcida sobre un amplio elenco de obras cinematográficas. En ellas, Salazar analiza, desde presupuestos feministas, las diversas aristas de la masculinidad, tanto de las masculinidades santificadas por el patriarcado, como de la nuevas y emergentes, tan necesarias en una sociedad que no acaba de encontrar asidero. Desde las máscaras viriles, la homofobia, los cuerpos victoriosos o agónicos hasta las fracturas del contrato sexual y el fraude del príncipe azul, Octavio Salazar traza un firme retrato de las patologías del patriarcado ante las que no podemos permanecer indiferentes. Escrito con seguro pulso narrativo y con argumentos contundentes, traza una disección de la sociedad contemporánea y de cómo el cine la refleja y retroalimenta. Pero

TODAS Y TODOS SOMOS RITA MAESTRE

El juicio a Rita Maestre vuelve a poner de manifiesto lo mal que en nuestro sistema jurídico hemos resuelto las relaciones con el hecho religioso. Es decir, lo injusto del proceso nos demuestra una vez más lo cuestionable de unas reglas que responden más a una lógica confesional que a la que debería ser la propia de un Estado constitucional como el nuestro. La persecución penal de cualquier ciudadano o ciudadana por ofender los sentimientos religiosos debería haber desaparecido de nuestro ordenamiento hace mucho tiempo. La ofensa, como parece obvio, solo puede medirse en término subjetivos y, por lo tanto, no debería constituir la base de un tipo penal que, en consecuencia, está sometido a una dificultad probatoria más que evidente. Más allá de las acciones que impliquen violaciones de derechos fundamentales, o que inciten a ellas o más concretamente a la discriminación, un ordenamiento democrático no debería sancionar, y mucho menos con la carga que supone una pena, las que no son

PARIS-AUSTERLITZ: UNA CANCIÓN PARA JEAN GENET

"No sé si lo que sentía por él era amor (qué demonios es exactamente eso, demasiadas veces lo analizamos, lo destripamos, y en ese trajín nos confundimos y acabamos por perderlo)" Tal vez sea una terrible paradoja recomendar la lectura del libro póstumo de Rafael Chirbes justo el día de San Valentín. O no. Puede que no haya mejor recomendación literaria si lo que se pretende es penetrar una vez más - el eterno tema - en el dolor que supone amar, en lo mal que asimilamos que necesariamente tenga un fin, en lo complicado que es vivirlo lejos de la posesión. En lo mal que nos solemos llevar los hombres con la gestión de nuestras emociones. Lo mejor de Paris-Austerlitz , que tiene el gusto sabroso de lo imperfecto y el sinsabor agridulce de lo inacabado, es cómo nos muestra las diferentes etapas de una relación amorosa, cómo sin paliativos nos enseña las heridas cada vez más profundas que provoca el tiempo, cómo inevitablemente lo que fue pasión se convierte en hartazg

EL PRIMER CAFÉ

"El cuidado puede considerarse uno de los componentes principales del amor, mientras que el éxtasis erótico es el otro" Anna G. Jonásdóttir, El poder del amor: ¿Le importa el sexo a la democracia? No recuerdo de qué hablamos aquel día en la radio. Me imagino que de las elecciones andaluzas que se avecinaban.  Aquel día se me hizo larguísima la tertulia. Estaba deseando salir a a calle.  Hacía frío pero empezaba a salir el sol. Lo vi llegar en un coche que era justo igual al que había tenido en lo que ya empezaba a considerar un capítulo cerrado de mi vida. Aunque hasta ese momento solo lo había visto en alguna fotografía a través del móvil, no me resultaron extraños ni su cara ni su cuerpo. Me lo imaginaba, eso sí, mucho más grande de lo que realmente lo vi aquella mañana. Ambos estábamos nerviosos, pero tal vez él mucho más que yo. Quizás yo ya me había instalado en una cierta desconfianza, muy pesimista, que me permitía mantenerme a salvo. A él por el contrario se

LAS CINEASTAS ANDALUZAS TAMBIÉN EXISTEN

Es evidente que el cine, tal vez mejor que ninguna otra manifestación artística, refleja a la perfección el orden no solo cultural sino también político del que emana. Las historias que nos cuenta la pantalla, como también toda el complejo andamiaje económico y creativo que las sostiene, y que suele ser invisible al espectador medio, traducen las relaciones de poder que alimenta nuestra sociedad. En este sentido, toda obra de arte, todo producto audiovisual por tanto, es político. En consecuencia, las películas son también una privilegiada muestra de cómo las asimetrías de género siguen condicionando nuestra realidad política, económica y cultural.  El pasado 26 de enero la Consejera de Cultura de la Junta de Andalucía presentó el  anteproyecto de la Ley andaluza de cine  en la que, desde el título preliminar, se establece como uno de sus objetivos fomentar la igualdad de género en el sector cinematográfico y audiovisual(  Presentación del Proyecto de Ley andaluza de cine ). El t

POR FLAMENCOS Y POR TOREROS

Vivir en Córdoba es como hacerlo en un bucle del que parece imposible escapar, y en el que parece que eternamente le estuviéramos dando vueltas a las mismas cuestiones. Hay un fango en el subsuelo de la ciudad que nos inmoviliza y que nos impide con demasiada frecuencia alzar el vuelo. Componemos una fauna extremadamente conservadora, temerosa de cualquier viento que de repente haga volar el techo, aún cuando sabemos que es tan frágil como la cubierta de una caseta de feria. Nos aferramos habitualmente a tópicos que nos permiten sobrevivir y, de su mano, construimos algo similar a un discurso tan débil que se deshace al menor contratiempo. Con la ayuda inestimable de unos representantes que suelen estar, salvo contadas excepciones, a la altura del inmovilismo que es nuestra mayor condena, hemos aprendido además el lenguaje del victimismo y las comparaciones, no siempre odiosas, en vez de alentarnos a mejorar engordan nuestro orgullo. De ahí que cuando una propuesta, por más modest

#GOYA2016: Patriarchy show must go on

Estos "chicos" tienen un serio problema de personalidad. Son prisioneros no solo de sí mismos sino más bien de las expectativas que generan. Están permanentemente cubiertos por sus "máscaras masculinas", ya sea sin corbata, en mangas de camisa o con pajarita. No se nos muestran como son sino como ellos piensan que nos gustaría que fueran, dependiendo del momento y del lugar. Son tan poco creíbles como el rostro terso de la señora que acompaña a Vargas Llosa. Por todo ello, entre otras muchas cosas, me gustaría que ninguno de ellos llegara a ser Presidente del Gobierno de un país en el que ellas, escotadísimas, lucen body alrededor de los que de verdad tienen el poder. Me temo que lo de anoche fue, sin que lo supiéramos, la primera parte del programa que Évole dedica hoy a la violencia de género y al machismo.  Y que estos tres protagonizaron un capítulo más de una larga serie que nunca, me temo, dirigiría Cesc Gay. Lástima que Ozores ya solo esté para recibir Goy